sábado, 16 de marzo de 2013


Primera parada, Las Lagunas de Ruidera


Cascada laguna Lengua

           
              Miguel de Cervantes Saavedra
          [...] "Eché un poco de sal en vuestro corazón, porque no oliese mal, y fuese, si no fresco, a lo menos amojamado, a la presencia de la señora Belerma; la cual, con vos, y conmigo, y con Guadiana, vuestro escudero, y con la dueña Ruidera y sus siete hijas y dos sobrinas, y con otros muchos de vuestros conocidos y amigos, nos tiene aquí encantados el sabio Merlín ha muchos años; y, aunque pasan de quinientos, no se ha muerto ninguno de nosotros: solamente faltan Ruidera y sus hijas y sobrinas, las cuales llorando, por compasión que debió de tener Merlín dellas, las convirtió en otras tantas lagunas, que ahora, en el mundo de los vivos y en la provincia de la Mancha, las llaman las lagunas de Ruidera; las siete son de los reyes de España, y las dos sobrinas, de los caballeros de una orden santísima, que llaman de San Juan. Guadiana, vuestro escudero, plañendo asimesmo vuestra desgracia, fue convertido en un río llamado de su mesmo nombre; el cual, cuando llegó a la superficie de la tierra y vio el sol del otro cielo, fue tanto el pesar que sintió de ver que os dejaba, que se sumergió en las entrañas de la tierra; pero, como no es posible dejar de cudir a su natural corriente, de cuando en cuando sale y se muestra donde el sol y las gentes le vean " (Miguel de Cervantes Saavedra, El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, parte II, capítulo 22)

         
Laguna Redondilla
          Nuestro viaje por la Mancha comienza en las Lagunas de Ruidera, un paraje especial por su valor ecológico y paisajístico y que su pone uno de los principales aportes de agua al río Guadiana uno de los ríos más importantes de Castilla la Mancha junto con el río Tajo y el Júcar. A su vez está conectado con las Tablas de Daimiel, las cuales veremos más adelante en nuestro recorrido. Las Lagunas de Ruidera forman parte de un acuífero que abarca una basta extensión que incorpora afluentes del río Guadiana desde el sur de Cuenca con el río Záncara como el más importante afluente de la zona, hasta el Ciguela, Javalón o Azuer por la provincia de Ciudad Real. Este acuífero recibe el nombre de acuífero 23.
Esquema de un acuífero

          Miguel de Cervantes Saavedra no solo menciona las Lagunas de Ruidera en su obra El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha , sino  que parte de la acción se desarrolla varios parajes próximos como la cueva de Montesinos (parte II, capítulo 22) que supone para Don Quijote una puerta hacia lo fantástico y  lo sobrenatural.


          Pero no respondía palabra don Quijote; y, sacándole del todo, vieron que traía cerrados los ojos, con muestras de estar dormido. Tendiéronle en el suelo y desliáronle, y con todo esto no despertaba; pero tanto le volvieron y revolvieron, sacudieron y menearon, que al cabo de un buen espacio volvió en sí, desperezándose, bien como si de algún grave y profundo sueño despertara; y mirando a una y otra parte, como espantado, dijo:
–Dios os lo perdone, amigos; que me habéis quitado de la más sabrosa y agradable vida y vista que ningún humano ha visto ni pasado. En efecto, ahora acabo de conocer que todos los contentos desta vida pasan como sombra y sueño, o se marchitan como la flor del campo. ¡Oh desdichado Montesinos! ¡Oh mal ferido Durandarte! ¡Oh sin ventura Belerma! ¡Oh lloroso Guadiana, y vosotras sin dicha ijas de Ruidera, que mostráis en vuestras aguas las que lloraron vuestros hermosos ojos! (Miguel de Cervantes Saavedra, El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, parte II, capítulo 22).
         Tanto las lagunas de Ruidera como la cueva de Montesinos pertenecen a un tipo de paisaje geológico denominado modelado kárstico, donde como el nombre dice, el agua moldea el terreno formado por roca caliza y como resultado podemos observar las curiosas formaciones de lagunas, cascadas y cuevas, como la cueva de Montesinos.

         A medio camino entre la Laguna San Pedro nos encontramos un lugar emblemático: la venta de Maese Pedro. El ventero Maese Pedro es citado en el capítulo 23 del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha:
 
Mirad, señor mono, que este caballero quiere saber si ciertas cosas que le pasaron en una cueva llamada de Montesinos, si fueron falsas o verdaderas.
Y, haciéndole la acostumbrada señal, el mono se le subió en el hombro izquierdo, y, hablándole, al parecer, en el oído, dijo luego maese Pedro:
El mono dice que parte de las cosas que vuesa merced vio, o pasó, en la dicha cueva son falsas, y parte verisímiles; y que esto es lo que sabe, y no otra cosa, en cuanto a esta pregunta; y que si vuesa merced quisiere saber más, que el viernes venidero responderá a todo lo que se le preguntare, que por ahora se le ha acabado la virtud, que no le vendrá hasta el viernes, como dicho tiene.

Venta Maese Pedro

















                                           

            La venta de Maese Pedro permanece cerrada desde hace bastantes años y hasta ahora presentaba un lamentable estado de abandono aunque parece ser que han comenzado recientemente las obras para su rehabilitación. 

                                       


       
       Junto a la venta existe un mesón con el mismo nombre donde se preparan platos típicos manchegos como los duelos y quebrantos o los galianos o gazpacho manchego.

Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas con sus pantuflos de lo mismo, los días de entre semana se honraba con su vellori de lo más fino. (El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, parte I, capítulo 1)


gazpacho_manchego
Gazpacho Manchego                 Duelos y Quebrantos 
         También, a medio camino entre la laguna San Pedro y Ossa de Montiel nos podemos encontrar con los restos de una antigua fortaleza árabe situada en un promontorio. Hablamos del Castillo de Rochafrida conocido por el romance anónimo de Rosaflorida.
Castillo de Rochafrida
            Este invierno ha sido especialmente lluvioso y el acuífero se encuentra a su máximo nivel por lo que algunas de las lagunas muy sensibles a los periodos de sequía como la laguna la Lengua y la Redondilla, ahora lucen en su máximo esplendor.

Laguna Lengua

Laguna Lengua en marzo de 2013

          Abandonamos las Lagunas de Ruidera, pero siguiendo el curso del río Guadiana, nos encontramos con Argamasilla de Alba, localidad a la que se cree que se refiere Cervantes al comienzo de su obra más universal al decir "En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme..." (El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, parte I, capítulo 1). No parece que le tenga mucho cariño al lugar puesto que allí estuvo preso posiblemente por asuntos relacionados con su trabajo como recaudador de impuestos, pero la Cueva de Medrano le sirvió para engendrar la primera parte del Quijote.


Cueva de Medrano

















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